Cuenta la leyenda que el efecto Halloween se originó en la City londinense a finales del siglo XVI y se ha transmitido de trader a trader desde entonces.
En aquella época, los traders e inversores adinerados solían tomarse largos descansos en verano, dejando los mercados más tranquilos y menos activos.
Sin embargo, cuando volvían a los mercados en otoño, los volúmenes de negociación aumentaban, lo que se traducía en un mayor rendimiento a partir de noviembre.
Y esta pauta se ha mantenido hasta nuestros días como se puede ver en el gráfico de Seasonax, que toma en cuenta los últimos 25 años del S&P 500 en este........