Salud mental para cerrar el año – ¿Cómo hacer un cierre sano? (sin rituales extremos)

Cerrar el año no es solo cambiar de calendario. Es un proceso emocional profundo que, muchas veces, se ve opacado por el ruido externo: el tráfico interminable, las compras de último minuto, los eventos sociales, las reuniones familiares, los compromisos laborales y esa sensación constante de ir corriendo detrás del tiempo. Diciembre suele ser un mes cargado de expectativas, balances y comparaciones, y todo eso puede alborotar nuestras emociones sin que nos demos cuenta.
En medio de este escenario, muchas personas sienten ansiedad, irritabilidad, cansancio mental o una tristeza difícil de explicar. No es debilidad: es el cuerpo y la mente pidiendo una pausa. El problema es que solemos buscar cierres rápidos, fórmulas mágicas o rituales extremos que prometen “resetear” la vida en una noche. Pero un cierre sano no necesita excesos ni dramatismos; necesita conciencia.
Cerrar bien un año implica crear un espacio interno para reflexionar, no forzarse a “estar bien”. Es permitirnos mirar lo vivido con honestidad: lo que dolió, lo que aprendimos, lo que no salió como esperábamos y también aquello que sí logramos, aunque haya........

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