Estoy en un intermedio patriótico y no voy a criticar al actual gobierno; es muy complicado liderar a una nación con tanta basura debajo de la alfombra. El próximo mandatario tiene la suerte que recibirá al Perú algo más tranquilo y encausado. Se está trabajando incansablemente para poner un mínimo de orden, lo que ha dado un poco de esperanza y oxígeno institucional. Se hacen esfuerzos denodados para combatir la criminalidad y dotar de seguridad alimentaria a mayor cantidad de peruanos, sobre todo a los niños expuestos a los programas sociales plagados de proveedores corruptos. Están haciendo mucho más de lo que habría hecho cualquier otro gobierno transitorio, cuya única obligación en la práctica, es garantizar la pulcritud y transparencia de los comicios del 2026.
Esperemos que los electores no lleguen con demasiada frustración ni voten con el hígado. La varita mágica no existe, pero al menos Jerí tiene la valentía de afrontar los problemas, de dar la cara, de generar diálogo, a diferencia de Boluarte, que escondida en su cueva y con su 3% de aprobación, solo dilataba la agonía, el desgobierno y la inmensa corrupción de su entorno.
Nuestro país siempre ha........

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