Sánchez versus Trump

Donald Trump empezó esta semana con tanta impetuosa fuerza que obliga al personal de todos los lugares a parar, respirar hondo y hacer el ejercicio de reflexionar seria y sensatamente sobre el nivel de poderío que ha alcanzado el presidente de Estados Unidos. Obtuvo los titulares que quería en todo el mundo. Ahora Trump acaba la semana dominando el debate que nos ocupa aquí. Trump dice que los vecinos de este particular patio han de aumentar los gastos de Defensa como han hecho los demás del entorno. Esa es una de varias cosas que no le gustan de esta España nuestra. Si no lo hace la autoridad en Madrid que se atengan los españoles a las consecuencias. "Ánimo Pedro," dicen los sanchistas. "No dejes que el yanqui nos intimide con sus fanfarronadas". Gente más cauta dice "cuidado Sánchez, mucho cuidado con lo que dices y con lo que haces".

Lo que es y representa el presidente de Estados Unidos, lo que piensa y cómo actúa, no tiene parangón en los anales de cualquier época. Con cada día que pasa el mundo es más suyo de lo que ha sido nunca de ningún otro mandamás. Crece la nómina de gobernantes y gobernados que siguen sus consignas. Y le quedan tres años de mandato por delante para seguir haciendo lo que le dé la gana.

¿Abyecto alarmismo y estúpida exageración? De ninguna manera. No es para nada normal que de un día para otro y tras un telefonazo de Washington se reúnan una treintena de jefes de estado y de gobierno, de Italia a Indonesia, de Pakistán a Paraguay, en un balneario egipcio en la costa del mar Rojo. Ahí estuvieron porque así lo quiso Trump para su mayor honor y gloria. Irán a donde él diga y cuando él lo diga. Al menos el lunes, Pedro Sánchez no fue la excepción.

Todos, sin rechistar, hicieron el viaje a Sharm el Sheij donde, uno a uno, pasaron por el estrado y ante las cámaras para ser saludados por un entusiasta Trump como si fuesen nerviosos concursantes en un show televisivo que se difunde en directo. Parecía que el presidente de Estados Unidos, showman consumado que es, ocupaba la tarima entera. Y ellos no competían en nada. Estaban de figurines para dar mayor realce al happening trumpiano.

Como se sabe, los vips desplazados fueron testigos........

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