El salario mínimo no es chivo expiatorio

Muchos analistas económicos argumentan su rechazo al aumento al salario mínimo general (SMG) desde una justificada preocupación por la situación económica actual con datos válidos sobre la situación macroeconómica. Pero esa evidencia carece de sustento para justificar el rechazo a un SMG suficiente para superar el umbral de pobreza en 2026.

Parafraseando a Miguel Ríos: “el rock (ni el SMG) no tiene la culpa de lo que pasa aquí, son las rentas de la crisis de su civilización (modelo laboral), no nos carguen con el muerto, es un viejo cuento y esta vez no va a volar”.

Coincido en la gravedad del estancamiento económico, la reducción del empleo formal, las barreras arancelarias de Trump y sus amenazas sobre el T-MEC, la creciente falta de infraestructura para el transporte y para producir energía, el incremento de la inseguridad que afecta la economía. Hay evidencia suficiente sobre esos problemas y varios más que afectan gravemente nuestra economía.

Todo eso en gran medida es cierto y válido. Lo que es falso y tramposo es “cargarle el muerto” al SMG. La crítica al gobierno por la situación económica no justifica la oposición a la recuperación del SMG. Si bien se percibe como decisión política en realidad es un hecho........

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