La educación financiera nos hará libres |
Las finanzas personales no son solo una cuestión de números, son decisiones que moldean nuestra vida cotidiana, nuestras oportunidades y nuestro futuro. Sin embargo, cuando introducimos los factores que afectan de manera desproporcionada a las mujeres, la ecuación se vuelve mucho más compleja.
La brecha salarial, que sigue perpetuando la desigualdad económica, es solo el principio. Si a esto se sumamos la misoginia y los sesgos sistémicos que limitan el acceso a posiciones de liderazgo y mejores salarios. Además, de las desventajas laborales que nos colocan en situaciones más precarias, como la falta de reconocimiento al trabajo no remunerado o la discriminación en el ascenso profesional; el panorama pasa de malo a aterrador.
Hablar de finanzas personales desde la perspectiva de género es sumamente complejo, pero también es clave, ya la vulnerabilidad financiera es el origen de muchas violencias, por ejemplo la doméstica, que hace que una mujer tolere insultos, y hasta golpes, porque necesita del ingreso de su pareja para la manutención de los hijos.
Este es un claro ejemplo de cómo la independencia financiera puede convertir a una mujer en rehén de un contexto altamente peligroso. Y no, no es tan sencillo como alejarse de ahí, si........