#Oteador | Un capturado undécimo debate
Los debates son shows mediáticos y así se les debe evaluar. Sus propósitos están más cerca del entretenimiento que de una disertación profunda. Por eso importa su contenido, la disposición de los debatientes y, desde luego, el formato. Por desgracia, los constreñimientos que impusieron los partidos políticos y las autoridades electorales al primer debate presidencial no permitieron una libre discusión, por lo que lució acartonado y, por momentos, hasta soso.
La pregunta de costumbre es quién ganó el debate, y su valoración no permite una respuesta contundente. Lo cierto es que Xóchitl Gálvez no destacó lo suficiente como para redirigir las preferencias de manera decisiva en su favor --algo que aplica también para el caso de Jorge Álvarez Maynez--: espetó un “dama de hielo”, pero nadie le reviró un “dama de hierro”. Por lo que toca a Claudia Sheinbaum, logró mostrar una imagen sobria, ejecutiva, hasta presidencial; de ninguna manera su participación en el debate puso en riesgo el primer lugar que le adjudican la gran mayoría de las encuestas.
Un elemento que no puede obviarse es el de la vestimenta. Álvarez Maynez no lució frente a las cámaras algo naranja, mostrándose como candidato más panista --por lo del traje azul-- que fosfo fosfo. Sheinbaum fue la única que portó francamente el color de su partido,........
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