#Opidemia | 'Populicracia' mexicana
En mis recientes publicaciones académicas y conferencias he llamado la atención sobre la construcción de un modelo de ejercicio del poder en México al que denomino “populicracia”.
Parte de la necesidad de evitar confusiones conceptuales, siendo una de las más importantes la de comparar democracia con populismo. Hay que decirlo con claridad: democracia y populismo son compatibles, no comparables.
La democracia es una forma de gobierno en tanto que populismo es una ideología, de ahí que compararlos sea un error, salvo que se esté de acuerdo en equiparar peras con manzanas. Lo importante de este punto es que el populismo no puede sustituir a la democracia, en todo caso la puede acompañar o contribuir a su erosión.
El problema con la ya abundante literatura que examina el populismo es que en ella se destaca el aspecto polisémico del término, lo que reduce significativamente el compromiso por posicionarse en el amplio espectro en el que se puede mover el concepto. Lo paradójico es que pese a lo neblinoso de la definición, se señala a los populistas con infalibilidad. No está claro el significado y, sin embargo, no se duda en señalar, con dedo flamígero, al significante.
Si la democracia es una forma de gobierno, el populismo es una ideología “delgada”, perdonando el prurito académico, tal como lo consideran Mudde y Rovira: “debido........
© Expansión
visit website