¿Cuál es la esencia del pacto constitucional?

La Constitución mexicana es producto de un largo proceso de ajuste estabilizador, tendiente al desarrollo de las condiciones propicias para que el individuo alcance, en armonía con la sociedad, las metas y anhelos que ha trazado para sí, brindando prosperidad a los suyos.

Si bien es cierto, mucho en ella son convenciones mejorables para el buen funcionamiento del aparato gubernamental, se pueden aún apreciar los dos grandes apartados que la integraron originalmente, una sección de los derechos del gobernado, valladares impasables para el gobernante, y otra, que marca los términos en que opera el sector oficial, éste último ha sido producto de un incesante cambio, pero éste no ha pasado de ser una distribución de quehaceres burocráticos.

Para quienes realmente la conocen, en nuestra Carta Fundamental resultan identificables pactos fundacionales, sobre los cuales se erigió esta nación, sin los cuales, dejaría de ser ella. El presidente ha dejado claro que no los entiende, y ha pretendido alterar lo inalterable, ofreciéndonos pingues beneficios, incluyendo un inviable programa de pensiones, sin advertir que puede estar abriendo la caja de pandora.

No se trata pues de un manual de organización del poder público, ni mucho menos una componenda para entramar un trabuco que permita a un grupúsculo de políticos aferrarse por largo tiempo al poder. Lamentablemente, es esta última visión la que ha inspirado una veintena de deformaciones que irresponsablemente se pretenden hacer al pacto que rige la vida cotidiana de los mexicanos.

La intentona no sólo es inoportuna, dado que se presenta en el peor momento, cuando la partidocracia defiende con dientes y uñas los escaños, posiciones y territorios que asume como propios. Se ha presentado en medio de un proceso electoral, sometiéndose al escrutinio de quienes detentan, por unas semanas más, un cargo popular, asunto que resulta de la mayor relevancia, dado que enturbia el parecer y proceder de quienes aspiran a mantenerse a toda costa en la posición, sesgando la objetividad con la que deberían valorar un ajuste a la compleja maquinaria que hace posible la vida en común.

Hay quienes piensan que quienes han ocupado cargos en el gabinete en este sexenio cuentan con la preparación y experiencia para que las dependencias y entidades federales operen. Ello es falso, en su gran mayoría se trata de oportunistas y advenedizos, profesionales en llevar la contra. Su arribo ha sido sorteado por la........

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