#ZonaLibre | Un alcalde asesinado y la perpetua amenaza
La trágica y horrenda muerte del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos , ha ensombrecido el arranque del nuevo gobierno y ha vuelto a poner en el centro del debate la estrategia de seguridad de México. Este asesinato no es un hecho aislado, se inserta en un contexto de violencia extrema que lleva años castigando al país y que ha sido el resultado de una estrategia fallida adoptada durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien heredó otras dos sangrientas y fracasadas estrategias de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
El enfoque de “abrazos, no balazos” impulsado por el anterior gobierno se presentó como una alternativa humanitaria a la guerra frontal contra el narcotráfico, pero en la práctica resultó ser insuficiente para contener el impresionante poder que ostentan los cárteles. El intento de evitar confrontaciones directas con los grupos criminales generó un vacío de autoridad en muchas regiones del país, permitiendo que los cárteles se fortalecieran, multiplicaran y expandieran sus actividades.
En lugar de reducir la violencia, la estrategia anterior se tradujo en un aumento de los homicidios y la impunidad. La muerte de Arcos es solo uno de los muchos ejemplos de cómo los grupos criminales continúan ejerciendo su poder sin restricciones y cómo pueden someter a gobernantes, sin recato.
El nuevo........
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