Vivamente domingo

En una de las escenas finales de la película de cine negro y suspense de François Truffaut –su último largometraje, de 1983– cuyo título tomo prestado para esta pieza, el protagonista está en uno de esos típicos semisótanos parisinos o londinenses en los que la luz sólo entra por ventanas rectangulares pegadas al techo que, al otro lado, están a ras de la acera, y a través de las cuales uno ve pasar a las personas, aunque sólo llega a poder verles las piernas: pantalones de traje y zapatos relucientes, bermudas de niños con botas y calcetines, quizá medio bolso, bastones, carritos de bebé, las ruedas de los coches. Con el........

© Europa Sur