24 de diciembre 2024 - 03:06
Esta vez –sin que sirva de precedente, y no solo por continuar decepcionándoles– voy a caer del lado de quienes escogen decir “Feliz Navidad” en lugar de “Felices fiestas”. Aunque entienda a quienes, mediante la ambigüedad, pasen tela de esos que se empeñan en observar a los demás más que a sí mismos (los hay a palas, de todos los colores), contra los que precisamente nos previno el Cristo. No estoy dispuesta a desprenderme por las buenas del símbolo y el misterio de la natividad o, casi mejor dicho, del renacimiento en el ciclo Vida-Muerte-Vida; ni del alumbramiento y de la llegada de la luz. Ni arquetípica ni empíricamente resulta razonable renunciar a tales términos. Para colmo, el relato bíblico del........