MADRID 22 Oct. (OTR/PRESS) -
Buen número de comentaristas de la actualidad, entre los que me incluyo, criticamos la endogamia parroquial y pueblerina de los nacionalismos, y esa mirada casi siempre fija en los coros y danzas nacionalistas, como si el frontón de pelota, o la sardana, fueran la más altas cotas del deporte y el folclore.
Debo confesar mi error, tras enterarme de la lucha mundial que ha emprendido el Parlament de Cataluña para liberar a otros pueblos del racismo. El Parlament de Cataluña, tras enterarse de que en el bar del Parlament........