MADRID 12 Ene. (OTR/PRESS) -
Uno de mis primeros recuerdos de infancia --quién sabe por qué ha quedado seleccionado este en mi mente-- coincide con la visita del presidente norteamericano, Eisenhower, al Madrid de Franco. Veo con nitidez a mi tio Juanjo, que casi me arrastraba de la mano, gritando con entusiasmo, al paso por la Gran Vía del coche descubierto en el que el dictador recorría las calles con Eisenhower, "Ike, Ike". Que era como llamaban al mandatario de los Estados Unidos, el hombre más poderoso del mundo en aquella era de la guerra fría. Han pasado sesenta y seis años desde aquel 21 de diciembre de 1959 y todas nuestras vidas han estado marcadas, incluso desde aun antes, como evidenciaba la película 'bienvenido mister Marshall' (1953), por el 'amigo americano'. Una amistad que probablemente estallará dentro de una semana, Dios no lo quiera.
Las relaciones entre España y los Estados Unidos, que cualquier periodista ha tenido que seguir lo más de cerca posible en el ejercicio de su profesión, han sido uno de los elementos definitorios de cómo iba y de cómo le iba al Gobierno español. Si el inquilino de turno del despacho oval de la Casa Blanca tardaba en recibir al presidente español, mal asunto; si ponía su mano sobre el hombre del........