'Pagès' deriva de 'país'

Queridos lectores,
Esta columna querría ser un reportaje o incluso un manifiesto, pero irremediablemente es una carta desesperada de socorro: ayudadme, por favor, ya que hace una semana que vivo atrapado dentro del Diccionari Etimològic i Complementari de la Llengua Catalana. He recaído. Hace dos años, cuando el Institut d'Estudis Catalans y la Fundació Pere Coromines digitalizaron el Onomasticon Cataloniae, pasé días sin ducharme ni cocinar, comiendo puñados de nueces y pasas, mientras leía con fruición la explicación etimológica de los nombres propios catalanes. Finalmente los Mossos me rescataron después de una llamada de mi madre avisándolos de mi desaparición, dado que hacía cinco días que no le cogía el teléfono. "Has sufrido el síndrome de Estocolmo y has acabado adorando a tu secuestrador", me dijo la psicóloga del SEM que me atendió, pero el problema es que mi secuestrador era Joan Coromines y que hace siete días volvió a aparecer en escena, esta vez con la digitalización del DECat.

Al saberse la noticia, mi entorno familiar y laboral tembló. Jofre Llombart mismo, mi jefe, intentó escondérmelo a fin de que no me distrajera del trabajo, pero los esfuerzos han resultado inútiles: hace cuatro días que no paso por casa, durmiendo pocas horas y caminando con ojeras de oso panda por la Diagonal mientras no paro de consultar la versión en línea del Coromines, ni siquiera cuando me detengo en los semáforos en rojo. A la doctora no le gustará saberlo. Me tiene prohibido acercar la vista al Alcover-Moll y al Diccionari de sinònims – Albert Jané, ya que acercarme demasiado es entrar en una espiral destructiva y en la cual pierdo el mundo de vista. Un día osé buscar "deport" en el DCBV sobre las nueve y media de la mañana y a las seis de la tarde todavía estaba perdido allí dentro, haciéndome pajas mentales con el hecho que........

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