Sin cultura ganan ellos

Cuando la derecha y la ultraderecha ganan elecciones acostumbran a destruir todo aquello que antes otros gobiernos de izquierdas —con más o menos maña— han forjado, siendo lo primer objetivo la lengua y la cultura. Desgraciadamente, a la inversa no pasa. No con la misma intensidad. Es decir, cuando los partidos (presuntamente) de izquierdas llegan a las instituciones no apuestan por la cultura con la misma fuerza con que las derechas tratan de derrumbarla cuando tocan poder. No se tiene lo bastante en cuenta como inversión estratégica y, en buena parte, ahí está la madre del cordero.

En los Paísos Catalans, este modus operandi lo vemos claramente con los casos recientes de Aragón, el País Valencià y las Balears. Respectivamente, le niegan al catalán el estatus de lengua propia (como si la gente de la franja no lo siguiera hablando), retiran ayudas a conmemoraciones de escritores (como si Estellés no lo fuéramos a celebrar igualmente) o eliminan el sistema educativo en catalán (como si borrar la historia estuviera realmente a su mediocre alcance).

En el Parlamento de Catalunya la amenaza parece menor y aunque PP, VOX y Ciutadans no suman ni para una plantilla de fútbol, nadie duda que —si los números los salieran— harían exactamente lo mismo o peor (mientras tanto........

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