Como todos sabréis, la inmigración es uno de los temas más debatidos actualmente en todo el mundo; ¡pero en Catalunya más! Catalunya ha sido siempre una tierra de acogida y de bajarse los pantalones siempre que ha sido necesario, como muy bien ilustran los caganers que colocamos en todos los pesebres en Navidad. Nos gusta recibir a todo el mundo con los brazos abiertos y, si es necesario, renunciar a nuestra idiosincrasia; lo hacemos encantados, no queremos incomodar a nadie. Toda esta galantería (que no hace más que esconder una gran falta de autoestima) y los ataques reiterados del Estado español para destruir todo lo diferente han provocado que nuestra cultura y lengua estén bajo mínimos y a punto de ser devoradas por cualquier otra cultura con más amor propio. ¿Adónde quiero llegar con todo esto? Pues a deciros que no se puede gestionar de la misma forma la inmigración en Catalunya que en el Estado español. Catalunya no tiene ningún Estado que la proteja, está indefensa ante........