Me parece que, en la discusión que se ha puesto en marcha a raíz de la extraña cabriola de Pedro Sánchez —desde la carta abierta a la ciudadanía hasta el anuncio de que seguía "con más fuerza que nunca"—, se está hablando muy poco del PSOE. No obstante, el partido fundado por el tipógrafo Pablo Iglesias Posse en 1879 es un actor central, y diría que protagonista, de esta película. Una película que algunos consideran, si no buena, razonablemente útil y otros, completamente nefasta, execrable. Estamos hablando de una formación que es una impresionante maquinaria política, electoral y de poder a todos los niveles; de una organización que ha sido fundamental desde la Transición hasta hoy, y sobre la cual, en buena parte, se sustenta la estabilidad de España. Lo que hemos visto del PSOE en estos días de suspense y tensión es realmente preocupante. Trataré de sintetizar lo que quiero decir en dos grandes apartados.
Sin Plan B
En primer lugar, está muy claro que los que más han sufrido son los militantes y sobre todo los dirigentes del PSOE. El susto para ellos ha sido gigantesco. Muchos militantes lo han vivido de una forma emocional, porque se sienten conectados a su líder. Los que tienen alguna........