Los desastrosos resultados que registró ERC a las últimas elecciones catalanas, el pasado 12 de mayo, sumados a los también pésimos resultados de las convocatorias anteriores, abrieron la caja de los truenos en el partido. Oriol Junqueras aceptó abandonar la presidencia, pero dejó claro que se volvería a postular para seguir mandando. Marta Rovira, contrariamente, dijo que ella no volvería a optar a la secretaría general, mientras que Pere Aragonès —que anticipó las elecciones que desembocarían en el descalabro— también abandonaba la escena. Los resultados de Junts per Catalunya tampoco fueron nada buenos. En este caso, sin embargo, lo que se vislumbra es que el líder moral del partido, Carles Puigdemont, dejará de ser un militante de base para ponerse al frente de la formación como presidente. Al revés del candidato Aragonès, el candidato Puigdemont no ha optado finalmente por hacer mutis, sino que se convertirá formal y oficialmente en el número uno.
No se espera que en Junts, cuyo congreso está programado para finales de octubre, en concreto para los días 25, 26 y 27, nadie discuta a Puigdemont,........