Caso Eduard Pujol: lo que deberíamos aprender

Hemos vivido estos días la aparición de informaciones sobre el caso Eduard Pujol, el cual, a falta de algunos flequillos judiciales, prácticamente se puede dar por cerrado. De esta desgraciada historia, que ha causado al hoy senador un daño personal que nadie le quitará ni le podrá compensar, quiero creer que podemos aprender algunas cosas. Es lo mínimo que todos nosotros deberíamos procurar cuando se producen estropicios como el que nos ocupa hoy. Recordemos brevemente la historia. Pujol, entonces portavoz de Junts en el Parlament, fue acusado falsamente por dos mujeres de haberlas acosado sexualmente y de otros comportamientos reprobables. Ante esto, el partido, parece que considerando un informe culpabilizador contra él elaborado por la responsable de Feminismos y vicepresidenta del partido, Aurora Madaula, lo suspendió temporalmente de militancia y lo invitó a marcharse. Pujol abandonó el escaño e interpuso una querella por injurias contra las mujeres acusadoras. Cuando se reveló que, en realidad, las acusaciones de esas señoras —con quien Pujol había mantenido relaciones afectivas, eso sí— eran una gran mentira, Junts rectificó. Primero Pujol fue elegido diputado en Madrid y actualmente es portavoz de Junts en el Senado. Una de las mujeres se ha retractado de sus acusaciones. La otra, guarda silencio.

Decía que todos nosotros deberíamos procurar sacar algunas lecciones o enseñanzas de esta historia. Pero me referiré, particularmente, a dos tipos de actores. Los partidos........

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