Julia Rodzinska es una mujer que murió en el campo de concentración de Stutthof en 1945. Su vida la conocen muchas monjas dominicas (ella lo era), pero todavía es un personaje poco conocido en general. Parece que ser monja te saque del mundo, cuando ellas precisamente se hacen religiosas (porque no se nace monja al estilo Simone de Beauvoir) para conectarse con la gente e implicarse. Amaba su lengua y su cultura polacas y las enseñó a escondidas. Dentro de la desesperación de los campos, fue un punto de luz. Rezaba con mujeres judías y hacía ver que las cosas no estaban tan mal, intentando arrancar aquel gramo de esperanza que todavía se empeñaba en resistir.
Julia —este es el nombre que eligió de religiosa en las Dominicas de la Inmaculada Concepción en Polonia— se llamaba Stanislawa de bautizo. Nacida en Nawojowa, se quedó........