Sí, la amnistía ha sido una derrota. En primer lugar, lo ha sido para Salvador Illa, que la negó más de diez veces antes de que cantara el gallo junto a su amo, Pedro Sánchez, que creía más en las “soluciones felices” de Iceta, consistentes en pasar por el tubo de los tribunales y confeccionar posteriores misericordias. Afortunadamente, las famosas recomendaciones del Consejo de Europa no solo hablaban de indultos, sino también de amnistía y, por tanto, ha quedado claro que España ha tenido que admitir sus excesos. No solo los excesos: España, la otra derrotada en este capítulo, ha descubierto sus límites. Todos sabemos que el independentismo también ha encontrado los suyos, que aparte de la represión tienen que ver con su estupidez y sus cobardías, pero en este momento concreto de la historia lo que hemos visto es a España tragándose su lawfare con patatas. Avergonzándose, la parte de España que tiene alguna vergüenza, de quedar lejos todavía de cualquier democracia homologable a nivel europeo. Para los que piensan (y encima escriben) que esto ha lavado la cara a España, solo decirles que en estos momentos la ley ni siquiera ha sido firmada por el rey (ni, por tanto, ha sido publicada en el BOE) y que a pesar de esto el gobierno de los jueces, así como varios fiscales de alto rango, ya han expuesto su........