El jueves, confirmada la espectacular victoria de Donald Trump en las elecciones americanas, un grupo de periodistas, todos inequívocamente contrarios a Trump, comentaban la situación con cierta preocupación hasta que uno de los reporteros, más bregado en cubrir guerras y conflictos internacionales dijo: “Al menos creo que tendremos curro. Con Trump en la Casa Blanca puede pasar de todo y en todas partes, mientras que si hubiera ganado Kamala Harris todo seguiría igual, igual de aburrido”.
Quizás sin proponérselo, el colega dio la clave de por qué ha ganado Trump y por qué ha perdido Harris. Con una opinión pública que registra un grado elevado de insatisfacción, el continuismo es siempre electoralmente perdedor. El principal argumento de Kamala Harris para que los ciudadanos la votaran a ella era que no ganara Donald Trump, es decir, que había que dejar las cosas como estaban.
Esta tendencia a pedir el voto no a favor propio, sino en contra del adversario, denota una carencia de proyecto alternativo y una escasa confianza en las propias capacidades de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. En Francia, el principal argumento electoral que utilizó Emmanuel Macron, aunque ahora sea para reír por no llorar, fue que no ganara la extrema derecha de Marine Le Pen. El principal argumento de Pedro Sánchez era y es que nadie mejor que él para frenar el........