El “cordón sanitario” es una tomadura de pelo

El ascenso de la extrema derecha en varios países europeos se ha producido generalmente a expensas de los partidos del establishment, que no han sabido o no han querido responder a las expresiones de insatisfacción, cuando no de angustia, de la ciudadanía. Ante el inmovilismo de los de siempre, son cada vez más los ciudadanos que votan partidos fingidamente antisistema bien porque no encuentran otra manera de hacer sentir su protesta o, como suelen hacer los desesperados, porque lo fían todo a las recetas milagrosas de los peores vendedores de humo.

Sin embargo, los partidos derrotados del establishment, en nombre de la democracia, hacen inmediatamente un llamamiento a los partidos minoritarios, generalmente situados a su izquierda o, en el caso de España, también los que representan a minorías nacionales, a los que han combatido sistemáticamente, a establecer lo que llaman un cordón sanitario, que impida el acceso de la extrema derecha al Poder. O sea, cerrar el paso a la extrema derecha para que el establishment mantenga su statu quo. Lo que no está quedando nada claro es que el cordón sanitario funcione políticamente, propicie los cambios que la ciudadanía reclama y no acabe resultando un desbarajuste o una tomadura de pelo.

En la región alemana de Turingia ha ganado las elecciones el partido Alternativa por Alemania (AfD), liderado por Björn Höcke, el hombre que ha recabado el apoyo popular a base de recuperar eslóganes de la época nazi. Y, hace pocos meses, en Francia, el partido de Marine Le Pen ganó primero las........

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