Insomnios científicos (calor, átomos, dioses y dados)

Los científicos están obligados a ser pensadores escépticos, también en relación a su propia investigación. La mayoría sueñan experimentar el máximo de "momentos eureka" a lo largo de su vida, la excitación de un descubrimiento, sea teórico o experimental, nuevo y revolucionario. Sin embargo, los sueños a menudo van asociados a insomnios al ver que aquello que creían que era un avance importante de conocimiento está amenazado por los argumentos contrarios o incrédulos de otros científicos. Son los insomnios científicos. La historia de la ciencia muestra algunos ejemplos espectaculares. Citemos tres por orden cronológico.

Uno de los momentos culminantes en el ámbito de la biología lo constituyó la publicación del Origen de las especies, de Charles Darwin (1859). La "selección natural" (incluyendo la selección sexual) ofreció por primera vez una explicación plausible de la evolución de la vida en el planeta. Darwin asumía que esta explicación requería que la edad de la Tierra fuera larga, algo que en su tiempo estaba en cuestión. Las objeciones de teólogos cristianos o de filósofos sin formación científica no representaban ningún argumento de autoridad. Y Darwin contaba con un aliado de peso, el geólogo escocés Charles Lyell, que estableció que los cambios observados en la erosión del agua y del viento o el efecto de las mareas........

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