Lo mejor que pueden hacer Carles Puigdemont y Oriol Junqueras es llegar a un acuerdo para ir a la par hasta que España se avenga a una reforma del Estado que proteja Catalunya de los peligros existenciales que la amenazan. Los dos líderes del procés lo tendrán difícil para poder subsistir si no saben hacerse útiles al país que engañaron el 1 de octubre. Puigdemont no volverá a Catalunya mientras no haya un descalabro que transforme la estructura política española. En cuanto a Junqueras, ha salvado la cabeza por los pelos, pero tendrá que cambiar el estilo de liderazgo y abandonar aquel personaje esférico y profesoral de los tiempos del procés si quiere sobrevivir.
La estrategia de los grandes partidos catalanes de apoyarse en la represión del 155 para doblegar el país a sus necesidades ha fracasado. El PSC gobierna en todas partes y nunca los catalanes habían despreciado tanto a sus dirigentes políticos, ni se habían sentido tan lejos de los partidos de obediencia catalana.........