El resurgimiento de CiU

La semana pasada escuché, con pocas horas de diferencia, la conversación que Jordi Graupera y Joan Carretero tuvieron en el canal de Alhora, y después la entrevista que Marta Lasalas le hizo a Artur Mas en este diario. Si los lectores hacen el mismo ejercicio ya me dirán qué les parece. Yo creo que la mayoría estarán de acuerdo conmigo en que Mas parece más fresco, más ágil e incluso más moderno que Graupera. Es como si, desde 2019, los papeles se hubieran invertido y, por arte de magia, uno se hubiera hecho sorprendentemente viejo y el otro exageradamente joven.

En parte es un efecto óptico y psicológico del poder. Cuando tienes la posición ganada y sabes qué quieres conseguir, las luces del escenario te favorecen, y la fuerza que da la confianza hace el resto. Ya pasó al final del tripartito, cuando Carretero disputaba el espacio a CiU y ERC, y se empezaban a notar los efectos desastrosos de los gobiernos del PSC y del PSOE. Por un instante, pareció que Mas llegaría a la Generalitat prematuramente envejecido. Entonces, CiU encontró la excusa del PP para abrazar al independentismo y Mas recuperó el barniz heroico de tebeo que Salvador Sostres le había dado casi diez años atrás.

Igual que la autodestrucción de CiU coincidió con el peor momento del Estado español, es natural que el resurgimiento del gen........

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