Quis custodiet ipsos custodes?
Juvenal
Está a punto de entrar en vigor un golpe al derecho a la intimidad de los ciudadanos y a la protección de sus datos personales propia de un Estado policial. Lo ha hecho el gobierno más progresista de la historia, a instancias de su adalid de los derechos fundamentales Grande-Marlaska, a la chita callando, sin debate público y de tapadillo. En mi opinión, este decreto no solo vulnera derechos fundamentales, sino que afirmando que su interés es mejorar la seguridad pone, en realidad, en nuevos riesgos a los ciudadanos. No es, pues, que no hayan derogado la ley mordaza, el departamento de Marlaska se cierra en banda, sino que añaden nuevos agravios a la forma de entender el binomio libertad-seguridad. Los más progresistas de la historia, vaya.
Todos ustedes saben que en los hoteles se hace una ficha con datos de los viajeros, que se entrega a la policía. Bien, pues a la chita callando, en un decretazo sin debate, Interior ha incrementado ese número de datos en cantidad y en calidad, para introducirlos en los diversos bancos de datos de las policías y custodiarlos en dos ficheros dependientes de la Secretaría de Estado de Seguridad. ¡Ya ven qué tranquilidad! ¿He soñado que esté sentado en un banquillo un secretario de Estado de Seguridad por sus trapacerías a favor del gobierno de turno usando su puesto? Varios catalanes saben de estas cosas. El caso es que el decretazo obliga a los hosteleros, alquiladores de apartamentos y de vehículos a aportar más datos sobre ellos mismos, aunque yo voy directa a las consecuencias para los ciudadanos.
Además de los datos requeridos hasta ahora de nombre completo y número de DNI, los básicos, en los hoteles quedará registrado a partir de ahora con fines policiales: el número de soporte del DNI, fecha de nacimiento, lugar de residencia habitual completo, teléfono fijo, correo electrónico,........