Mientras la fatídica DANA aumentaba el contador de ahogados en el País Valencià (nota mental: el espantoso estado de las infraestructuras y la economía del tocho que ha acabado empujando a nuestros hermanos del sur a esta tragedia es exactamente lo que el españolismo querría instaurar en Catalunya), la guerra de la política estatal se mantenía incesante. A pesar de la furia caída del cielo, ayer por la mañana todos los partidos del arco parlamentario decidieron que acudir como si nada a la sesión de control al Gobierno era una muy buena idea. Ninguno de sus portavoces había tenido la intención de detener el pleno en cuestión, hasta que la vergüenza (que no la sensibilidad) de estar charlando sobre Errejón mientras todavía había peña yaciendo bajo el agua obligaba al paro. Una pausa teórica, ya que el PSOE decidía continuar eufemísticamente con la agenda legislativa, colando un pleno extraordinario para renovar la cúpula de RTVE.
Por una vez, estoy de acuerdo con Alberto Núñez Feijóo, pues mantener la agenda parlamentaria (todavía peor,........