Illa, 'pujolear' a tiempo parcial |
Hay que reconocerle a Salvador Illa la virtud de haberse estudiado a conciencia la vida y milagros de sus antecesores inmediatos (los recordó explícitamente en su discurso de investidura y luego organizó un besamanos en la plaza de Sant Jaume). En cuanto a la sectorial más próxima, diría que el president es plenamente consciente de que nunca tendrá el carisma y el genio de Pasqual Maragall, que jugaba en otra liga; pero también sabe que no puede acabar atenazado por la medianía de José Montilla. A su vez, si prestamos atención a los rivales políticos, resulta muy claro que, para afianzar una pax autonómica que mezcle singularidad catalana y mano dura en la gestión, es notorio que el actual president se ha inclinado por Jordi Pujol, no solo por la afición excursionista (dentro del territorio pero también en política exterior), sino también por la apelación constante al humanismo cristiano mezclado con un cierto hiperliderazgo en el arte de ejercer el gobierno.
Supongo que los asesores del Molt Honorable se preguntarán por qué, a pesar de esta ensalada de caracteres expresidenciales, Illa solidifica su poder dentro del ámbito puramente administrativo del país, pero no acaba de generar demasiado entusiasmo en el electorado centrista, a pesar de la progresiva desaparición política de........© ElNacional.cat