Un fantasma recorre la España de la postamnistía: el fantasma del olvido. Primero fue el carpetazo con el que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos acabó con la demanda del president Artur Mas contra el estado español por su condena a raíz de la organización del 9-N, un instante estelar de nuestra memoria legal justamente famoso porque Xavier Melero, su abogado, olvidó responder a las alegaciones de la parte contraria. Pero el regocijo por el descuido no es exclusivo de los abogados; esta misma semana, el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, abandonaba la causa de Tsunami Democràtic después de que un superior le recordara que no podía prorrogar la investigación más allá de este 29 de julio. Nuevamente y por misterio, el imperio de la ley ha olvidado la agenda en el cajón.
De la misma manera que no me tragué que un profesional tan acreditado —y fiel a Convergència; o cuando menos, a su dinero— como es Melero, y su consecuente nómina de asesores y secretarias, tuviera un ataque de amnesia relativo a uno de sus clientes........