Mientras Pedro Sánchez protagonizaba su enésima y vergonzosa claudicación ante su jefe Puigdemont negando el terrorismo de los golpistas catalanes que todos hemos visto en directo y diferido en contra de lo que dictan la Constitución, el Código Penal, la legislación europea, de los jueces, de la razón y de la verdad, en círculos parlamentarios socialistas reconocen ya sotto voce lo que muchos analistas empezaban a intuir: que en el trasfondo de la amnistía subyace la imperiosa necesidad de aprobar los nuevos Presupuestos Generales del Estado.
En Moncloa y en Ferraz son conscientes de que sólo la aprobación de unas nuevas cuentas del Estado puede permitir que sea Sánchez quien decida la duración de la legislatura, como reza la consigna que tras el rechazo del Congreso a la Ley de Amnistía, repiten como zombis desde el Gobierno, el partido y los medios serviles al sanchismo, cuando en realidad la llave la tiene el prófugo de la........