Como cada año, varias personas han trabajado durante un mes elaborando el discurso del Rey para la nochebuena. Casa Real dicta los temas que quiere abordar, los expertos le dan forma y el texto pasa por La Moncloa, que matiza o amplía alguna referencia. Finalmente, el jefe del Estado le da el visto bueno y graba el mensaje en su residencia de La Zarzuela para ser emitido antes de la cena que inicia la Navidad. Todo ese esfuerzo para lanzar un mensaje aun más vacío que de costumbre, un canto a la Constitución a quien le debemos todo al parecer. Una panacea que nos ha hecho vivir en el paraíso, con todas las necesidades cubiertas (vivienda, sanidad, etc...) hasta la amenaza de un enemigo que el monarca no especifica. Lo curioso es cómo los rotundos mensajes a los que aluden varios medios sirven de aval o censura para unos y otros, indistintamente. La definición de la ambigüedad.

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El oráculo del Rey

El oráculo del Rey

Como cada año, varias personas han trabajado durante un mes elaborando el discurso del Rey para la nochebuena. Casa Real dicta los temas que quiere abordar, los expertos le dan forma y el texto pasa por La Moncloa, que matiza o amplía........

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