A inicios de febrero aterrizó un amigo en Madrid procedente de Barcelona. Su empresa le había trasladado a la sede de la capital y tenía diez días para encontrar habitación antes de incorporarse a la nueva plantilla. Entretanto, se quedaría en casa de colegas. Un mes y medio después, sigue sin habitación y carga con un reguero de excusas que le han lanzado propietarios e inquilinos. Todas ellas con un denominador común: el racismo.

Mi amigo nació en España, tiene ascendencia africana y es negro. Pero este artículo no es para hablar del racismo inmobiliario. Aunque no lo parezca, la historia de mi colega está muy unida a la de Vinícius, y en especial al momento en la rueda de prensa en la que el futbolista no pudo contener las lágrimas mientras hablaba del racismo sufrido en los últimos años.

Vinícius y el racismo que te roba tiempo

Vinícius y el racismo que te roba tiempo

A inicios de febrero aterrizó un amigo en Madrid procedente de Barcelona. Su empresa le había trasladado a la sede de la capital y tenía diez días para encontrar habitación antes de incorporarse a la........

© eldiario