En Euskadi, las cosas son distintas, desde hace tiempo. No hay bombas, ni atentados, ni miedo… La gente vive en paz porque la democracia venció a ETA por mucho que Mayor Oreja sostenga que la banda es hoy el capitán general de “un proyecto suicida para España”. Cuestión distinta es que a las derechas les convenga, cada vez que no gobiernan, resucitar su fantasma en busca de votos en el resto de España. Lo sabe bien Borja Sémper, quien acomodado ahora al discurso más ultra de su partido, defendía ya hace diez años en las páginas de la revista Jot Down cuando era presidente del PP en Gipuzkoa que Bildu no era ETA y que “el futuro de la sociedad vasca, guste o no en determinados sitios, se tiene que construir también con Bildu”.

El pacto del PSE con Bildu para arrebatar la alcaldía de Pamplona a UPN es una apuesta de riesgo con la que los socialistas otorgan más munición al PP en esta legislatura de alto voltaje, pero también un recordatorio de que ante la disyuntiva “o bombas o votos” que la democracia planteó a la extinta Batasuna, los abertzales eligieron ya y ahora hay que cumplir con la palabra dada.

El PSOE, sin complejos

El PSOE, sin complejos

En Euskadi, las cosas son distintas, desde hace tiempo. No hay bombas, ni atentados, ni miedo… La gente vive en paz porque la democracia venció a ETA por mucho que Mayor Oreja sostenga que la banda es hoy el capitán general de “un proyecto suicida para España”. Cuestión........

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