El que me niega lo que no merezco, me da advertencia, no me quita nada”
La agónica y desconcertante convalidación de las leyes por decreto del Gobierno puede resumirse en pocas palabras: primer aviso y, aunque ya no queden taurinos, ya saben, al tercero devueltos a toriles. Sánchez tiene que cambiar su forma de gobernar, limitar su acción legislativa a pocas cosas y relevantes y, por supuesto, negociarlas antes de llevarlas a votación; estas agonías, aunque se medio salven, te dejan flojo de remos y bastante tocado. Si los “socios” –con estos socios, para qué precisas de opositores– han dejado algo claro es que cada porción o fragmento de los que constituyen la llamada coalición, que no es tal, es tan vital que puede convertirse en la decisiva en cualquier momento.
La agónica y desconcertante convalidación de las leyes por decreto del Gobierno puede resumirse en pocas palabras:........