"No se deje engañar por lo que aparezca en la superficie. En las profundidades es donde todo se vuelve ley"

No todo es lo que lo parece. Desde Rojas en La Celestina –“No es oro todo lo que reluce”– a la contra imagen desplegada por J.R.R Tolkien –“Todo lo que es oro no brilla”–, la sabiduría humana viene alertando sobre el peligro de tomar las apariencias por realidad. Seguro que recuerdan el poema de Bilbo Bolsón al que hace referencia el título de esta columna. Ese que escribió en su época de aventuras y que Gandalf tuvo que adjuntar en una carta que dejó en El Poney Pisador para que Cebadilla Mantecona se lo entregara a Frodo. Hoy me va a tocar hacer de Barliman Butterbur –que ese es el nombre en la edición original de Cebadilla y que a mi me resulta menos embarazoso encarnar– y entregarles el sobre que recoge las claves para desconfiar de las apariencias y confiar en Aragorn:

No toda la gente errante anda perdida

No toda la gente errante anda perdida

"No se deje engañar por lo que aparezca en la superficie. En las profundidades es donde todo se vuelve ley"

No todo es lo que lo parece. Desde Rojas en La Celestina –“No es oro todo lo que reluce”– a la contra........

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