Hay que simplificar las cosas tanto como sea posible, pero no más
Un magistrado al que conocí explicaba siempre que la Justicia es como un paquebote pesado y de fea línea. Un paquebote que avanza lento, echando humo, al que le cuesta variar el rumbo y que parece a punto de zozobrar pero que siempre, siempre, tozudamente y contra todo pronóstico, acaba por arribar a puerto. Creo que llevaba razón, al menos hasta esta pasada semana en la que el recién estrenado ministro del ramo ha subido a bordo y ha pegado un golpe de timón con el que o la travesía cambia el rumbo o el buque se hunde definitivamente. Por eso auguro que Félix Bolaños acabará como Alonso Martínez, en un pedestal y con su propia estación de metro. Tal volantazo lo merece si no resulta fallido.
Un magistrado al que conocí explicaba siempre que la Justicia es como un paquebote pesado y de fea línea. Un paquebote........