Qué papelón hicieron los hipercapitalistas de Dubái, los grandes arquitectos que construyeron a la ciudad dorada cuyos rascacielos parecen unos dedos metidos en el ojo de Dios. Bastó una chiripiolica de Gaya, nuestra madre tierra, que con una cosecha de unas lluvias torrenciales en menos de 24 horas ahogó autopistas y garajes y los cientos de Ferrari y Lamborghini y todos los carros más caros que los ricachones de la casta más alta del dinero, literalmente del oro, tienen parqueados en garajes subterráneos que se han inundado completamente. Digo del oro porque en Dubái funcionan unos cajeros automáticos para comprar oro puro en pequeños lingotes. Repito: estos grandes arquitectos y famosos hacedores de superproyectos pagados a millones de dólares deben haber sentido........