Ernestina, ¿la consejera incómoda?

La figura de los consejeros jurídicos de la Presidencia se ha convertido, en los últimos sexenios, en una posición clave, con mucha visibilidad e influencia para los presidentes de la República. Los abogados que asesoran al Ejecutivo Federal sobre la redacción, elaboración y, en algunos casos, también para la operación y negociación política de sus iniciativas y reformas legales y constitucionales, tienen una posición privilegiada en el staff presidencial, desde la cual lo mismo pueden convertirse en súper asesores u operadores políticos, en los responsables de la relación con la Suprema Corte de Justicia, y a veces también en traficantes de influencias o hábiles negociantes para lucrar con los temas jurídicos y de legalidad aprovechando, en todos esos casos, su cercanía y confianza con el Presidente en turno.

No fue casualidad que entre los primeros 6 nombramientos que realizó de su gabinete, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, haya incluido el nombramiento de la que será su Consejera Jurídica en la Presidencia a partir del próximo 1 de octubre, lo que confirma la importancia que tiene esa posición en el funcionamiento de cualquier gobierno; pero tampoco es casual que de los 6 nombres anunciados el pasado jueves, tres hombres y tres mujeres, el que más controversia, dudas o cuestionamientos haya generado entre la opinión pública y el mundillo político, haya sido justamente el de la abogada Ernestina Godoy.

Y no porque la exfiscal capitalina no tenga toda la confianza y cercanía con la futura Presidenta, que es una de las características que los gobernantes siempre buscan para esa consejería, ni tampoco porque le falten conocimientos o experiencia en materia jurídica a la egresada de la Facultad de Derecho de la UNAM y fundadora de organismos como la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, exdiputada local y federal, además de senadora electa y exfuncionaria de las áreas jurídicas del antiguo Distrito Federal. Lo que convirtió a la próxima consejera Godoy Ramos, en el nombramiento menos festejado de los primeros anunciados por la doctora Sheinbaum, fue su reciente actuación como la primera fiscal general de Justicia de la CDMX.

Porque si bien cuando llegó a ese cargo, en diciembre del 2018, primero como Procuradora General de la ciudad y luego como la primera titular de la primera Fiscalía General que ha tenido la Ciudad de México, Ernestina Godoy generó muchas expectativas, sobre todo con su discurso de procurar justicia con perspectiva de género y dando prioridad a la defensa de las mujeres contra la violencia y castigo a los delitos que las afectan, con el paso de los más de cinco años que duró en el cargo, su imagen pública y la valoración de su trabajo fue cayendo ante sus actuaciones específicas en casos de persecución a opositores políticos y en el manejo y la manipulación de algunas averiguaciones previas con........

© El Universal