Me refiero por supuesto al que llevaba el apellido Muñoz Ledo. El que un 1° de septiembre de 1997 -con un memorable discurso- celebró que por primera vez el PRI, el otrora partido de Estado, perdiera la mayoría calificada en el Congreso. Ante el presidente Zedillo señaló: “… Aquí desembocan y toman nuevo cauce luchas perseverantes y aun sacrificios en contra del poder absoluto, de sus arrogancias y excesos…”. Apenas un año antes se había aprobado una reforma político-electoral que abrió las puertas y las ventanas para oxigenar a las Cámaras con una plural y muy diversa representación política. El PRD fue clave en este proceso que plasmaba muchos de los anhelos de la lucha iniciada desde 1988 para que la democracia tuviera por fin un respiro en el país. Un aspecto........