Deseos de Año Nuevo

Si le va bien a la presidenta Sheinbaum… le irá bien a México. Sin embargo, esto sucederá sólo si ella logra gobernar a plenitud ejerciendo sus funciones y atribuciones sin interferencias sureñas.

No esperamos que sea perfecta… simplemente que no esté presionada por los intereses de los emisarios del pasado y sus personeros en el Congreso.

Su lealtad para con su mentor parece ser una camisa de fuerza que no le deja tomar decisiones correctas y le compromete a proteger a gente indefendible, cuya impunidad se convierte en un mensaje a los mexicanos de que en este régimen la justicia es selectiva.

Sus logros respecto a seguridad pública inexplicablemente tropiezan con una pared cuando en la investigación aparece vinculado alguien del “clan” de los privilegios.

No importa que ella niegue interferencias y pretenda hacernos sentir que todo marcha excelentemente bien, con plena armonía y entendimiento. Los hechos nos dicen más que las palabras.

La visión de gobierno de su mentor, improvisada y voluntariosa, -personalista-, contrasta con la planificación y disciplina de ella. Seguramente ambos tienen afinidades ideológicas, pero la administración pública exige eficiencia y efectividad y no se pueden subordinar las acciones de gobierno a ideas preconcebidas en otro contexto.........

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