Lo primero que ordenó Ernestina Godoy al asumir la Fiscalía General de la República fue una minuciosa investigación interna que, inevitablemente, ha puesto bajo la lupa a su antecesor.

La instrucción la dio todavía como encargada del despacho de la FGR desde el pasado jueves 27 de noviembre, tras la forzada renuncia de Alejandro Gertz Manero; y la ratificó ya como fiscal constitucionalmente designada por el Senado desde el pasado miércoles 3 de diciembre.

Entre algunos de los resultados que ya devela esa investigación interna se encuentra acaso la razón por la que se ha visto al exfiscal ansioso y molesto en los días más recientes.

Gertz ha compartido con su círculo más cercano el enojo que le provoca el que no se haya procesado con la debida celeridad la designación de “embajador en algún país” -como lo escribió en su carta renuncia- que le propuso el gobierno de Claudia Sheinbaum para que acatara dejar la FGR aun cuando le faltaban dos años para que se cumpliera su período constitucional en el cargo.

Esperaba la misma celeridad que se le exigió para renunciar, habría dicho a al menos un par de sus colaboradores, luego de que el Senado no convocó el pasado 4 de diciembre, como le habían dicho, a la Comisión de Relaciones Exteriores para que recibiera del Ejecutivo y dictaminara su nombramiento como embajador presumiblemente de Alemania o el Reino Unido.

Y es tal la irritación de Gertz que incluso dejó entrever que revelará información sensible de presuntos delitos que involucran a personajes de la 4T si es que se cae el ofrecimiento diplomático por los hallazgos de la investigación ordenada por Godoy, como empezó a........

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