¿Qué hubo detrás de la visita de Norma Piña al Senado?

Después de meses de una creciente y tensa confrontación de los poderes del Estado por la reforma judicial, y ya encaminados peligrosamente hacia una crisis constitucional, sorprendió el martes pasado que la ministra presidenta de la Corte, Norma Lucía Piña, aceptara la invitación que le hizo el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, para dialogar junto con el líder de la fracción de Morena y cabeza de la Junta de Coordinación Política de esa cámara, Adán Augusto López.

La liga sigue estirada, a nada de reventar.

Jala de una de sus puntas la reforma constitucional propuesta por el Ejecutivo, aprobada por mayorías calificadas del Legislativo, ya promulgada, con un proceso en marcha para la elección popular del jueces, magistrados y ministros, y con propuestas de reglas del juego contenidas en iniciativas de reformas y adiciones a dos leyes reglamentarias que avanzaron ayer para su aprobación en el Congreso prevista para la semana próxima.

De la otra punta de la liga tiran el abierto rechazo del Poder Judicial con su personal en paro, las contradicciones detectadas en la enmienda que obligan a una reforma de la reforma, las más de setenta suspensiones provisionales de amparo dictadas por jueces, y la admisión por parte de la Corte de solicitudes para que analice si le está dado controvertir la reforma y de hasta ahora dos demandas que quedaron radicadas en la ponencia del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá: una controversia constitucional interpuesta por el panista exgobernador de Guanajuato Diego Sinuhé Rodríguez y una acción de inconstitucionalidad promovida por el PAN, no obstante que la Constitución señala claramente la improcedencia de las impugnaciones referidas.

La imagen que corrobora el encuentro en la vieja sede del Senado en el callejón de Xicoténcatl dejó ver a una inusualmente sonriente presidenta de la Corte, reaccionando quizás a alguno de los muchos sarcasmos con que suele conducirse Fernández Noroña, y mandó un poderoso mensaje político de reapertura de los canales del diálogo entre poderes.

El encuentro, según fuentes del Senado, fue operado días antes desde el palacio de Covián, en Bucareli, por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.

“Hay disposición nuestra y del Poder Judicial de buscar puntos de coincidencia”, declaró tras la reunión el presidente del Senado, mientras que el Consejo de la Judicatura Federal que preside la ministra Norma Piña, solicitó a un tribunal federal echar abajo la suspensión concedida por un juez de Distrito que ordenaba a ese órgano abstenerse de implementar el plan de trabajo de la reforma, no entregar al Senado el listado de juzgadores, no resolver los asuntos en materia tributaria en seis meses y no extinguir fondos y fideicomisos.

El argumento de la Judicatura fue de que es ilegal “congelar” normas constitucionales reformadas.

Pero lo que sí medio se “congeló” fue la expectativa de revertir la esencia de la reforma, pues el miércoles pasado, un día después de la reunión en la casona de Xicoténcatl, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró en la mañanera: “me enteré por las redes, no tengo conocimiento de esa reunión, no sé qué se trató ahí, fue una decisión del presidente del Senado y lo que sí es importante es que la ciudadanía sepa que la reforma judicial va”.

¿Habrán actuado por la libre Rosa Icela, Fernández Noroña y Adán Augusto? Francamente no es creíble, menos aún después de que Sheinbaum declarara que las gestiones por la gobernabilidad del país están en la órbita de la Secretaría de Gobernación y descartara un encuentro con la ministra Piña.

Pero a pesar de tales señalamientos y por votación de 4-3, el........

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