Un cambio inaplazable

Ha tomado fuerza la expresión de que en Cartagena cualquiera puede hacer lo que le dé la gana, con la certeza de que no le va a suceder nada. Lo grave es que esta sensación es cada vez más creciente, se observa en todos los sectores y actividades, y muchos ciudadanos miramos estupefactos cómo se expande cada vez más unos comportamientos socialmente indeseables, rechazables y ante los cuales miramos atónitos cómo esas acciones se siguen masificando y se van haciendo normales. Me refiero a conductas de toda clase de vehículos como no respetar los semáforos, ir en contravía, utilizar las aceras en forma temeraria, parquear en cualquier sitio, no importa que esté prohibido o que sea el ingreso a un garaje, el disponer las basuras, residuos o escombros en........

© El Universal