Apapachar o Apechichar

“No es que tengamos poco tiempo para vivir, sino que desperdiciamos mucho.” — Séneca.

En México no se abraza solamente. En México se apapacha. Y no es lo mismo. Apapachar es un abrazo con el alma, una forma distinta de encuentro, una manera de decir sin palabras: aquí todo está bien. Si acudimos al Diccionario de Americanismos, “apechichar” se ubica en el consentir, en el mimar. Pero el apapacho va más allá.

La palabra proviene del náhuatl y su sentido es tan simple como profundo: “un abrazo que envuelve el alma”. Una caricia que no aprieta, que no exige, que no mide. Una caricia que acompaña.

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Al volver las miradas a “La sociedad del cansancio”, surge una pregunta inevitable: ¿en qué momento el vivir se convirtió en un rendir que sea exhausto y que se convierte, con él, en un cansancio hastiante? Pasamos de una sociedad de normas, límites y controles externos a una cultura del desempeño permanente, del “todo se puede”. Pero esa transformación no nos liberó; nos volvió más duros con nosotros........

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