El retorno de EPN y los expresidentes “neoliberales”

Tras casi siete años de autoexilio, Enrique Peña Nieto regresó discretamente a México. El expresidente viajó para ver a su madre y pasar las navidades con su familia. Se instaló en su casa de descanso de Ixtapan de la Sal, donde conserva arraigos personales. Es su primera visita desde que dejó la Presidencia, en 2018, aunque no la primera vez que intentó volver. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador quiso viajar en al menos dos ocasiones —una para asistir a la boda de su hija Paulina y otra para ver a su madre— pero la indicación de su interlocutor en Palacio Nacional, presuntamente Adán Augusto López, fue que no era conveniente.

Peña Nieto avisó al gobierno en turno sobre su visita actual. Fuentes cercanas a su entorno aseguran que lo hizo por cortesía política y en atención a la presidenta Claudia Sheinbaum. El mensaje de respuesta implícito fue mantener un bajo perfil y evitar interpretaciones innecesarias.

En las conversaciones que sostuve con él para el libro “EPN: Confesiones desde el exilio”, Peña Nieto aseguró que junto con el cierre de su sexenio concluyó su vida como servidor público. “Me retiré de la política”, me dijo.

Su deseo, en aquel momento, era permanecer en México y mantener un retiro sereno, pero la presión pública, la asistencia a la boda de la hija de su amigo Juan Collado y la polarización política lo llevaron a establecerse entre España y República Dominicana. “Tengo interés de regresar (al país), pero no he decidido si de forma permanente”, me dijo en abril del 2023. La visita de estos días es, por ahora, un tema estrictamente familiar, aunque no deja de ser simbólicamente relevante.

Felipe Calderón, el villano favorito de los gobiernos de la 4T, tanto de López Obrador como el de Claudia Sheinbaum, ha tenido apariciones regulares en México. El pasado 25 de noviembre fue visto en el Starbucks de Campos Elíseos, sentado solo con un café, sin escoltas visibles. Una imagen difícil de imaginar en los años más intensos de confrontación política, pero que revela una normalización pública de los expresidentes demonizados por la 4T.

Ernesto Zedillo también ha vuelto a escena. Aunque se........

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