Los fieles defensores del libre mercado y de la supuesta mano invisible que nos debería llevar al equilibrio entre la oferta y demanda inmobiliaria se han mostrado en contra del anuncio reciente del Plan Nacional de Vivienda del gobierno federal, donde se pretende construir un millón de viviendas a bajo costo (la mitad por el INFONAVIT y la otra mitad por la CONAVI, así tomando en cuenta también a quienes no tenían seguridad social). Aseguran que habría una “competencia desleal” por parte del gobierno.
El contexto claro es que los constructores privados se olvidaron por completo de construir vivienda de precio accesible para la mayoría de la población. Según una investigación en la que colaboré con Andrés De la Peña, hace 10 años el 21% de la vivienda nueva construida en México estaba dirigida a las categorías más bajas de precio: vivienda económica y vivienda popular 128. Pero en los datos más recientes, sólo el 1% de la vivienda nueva se construye para dicho sector (esto a pesar de que las categorías están conformadas por múltiplos de UMAs, es decir, aumentan su rango de precio de acuerdo con la inflación).
Lo anterior podría tener dos explicaciones: la primera, que ya no exista demanda de vivienda interesada en inmuebles de bajo costo. Como sabemos, eso es falso. Hoy más que nunca, los jóvenes........