¡Ven, Señor, a nuestras almas! |
Repetimos muchas veces en la novena, desde el fondo del corazón: “Dulce Jesús mío, mi niño adorado, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto”. Mientras se celebraba la novena, una mamá, les preguntó a los niños qué le iban a regalar al Niño Dios, y uno respondió hermosamente que tres cosas: las gracias, el corazón y el alma. Me encantó esa respuesta tan espontánea y sabia, que me dejó con ganas de invitarlos a regalarle lo mismo.
Gracias, mil y mil gracias, Jesús, por venir y compartir nuestra humanidad: engendrado en el vientre de tu madre, María, naciendo en medio de nosotros para rescatarnos, salvarnos, redimirnos y llevarnos a participar contigo de la gloria eterna. “Miren: la virgen........