Se dice que los homenajes deben hacerse en vida. Para los verdaderos creyentes de la vida después de la muerte, no hay problema si el homenaje es póstumo. El sentido común y la intuición me dicen que así es: la vida continúa. La pareja extraordinaria sabrá de este homenaje.

Sin modestia aparte, pues por la calidad de los homenajeados, cualquiera que haya estado relacionado con ellos en vida también se lo celebraría con orgullo, escribo esta nota en honor a mis padres.

Crecieron en el Pie de La Popa y se ennoviaron desde los 14 años, como marcados desde entonces por el destino a vivir toda la vida juntos. Él, de una inteligencia por encima de la media, probablemente no se hizo una prueba de........

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